En tu 20 Aniversario.
David hijo mío, ya 20 años
sin ti. Y parece que fue ayer. Un año más, vuelvo a cruzar esa fina
línea que separa la vida de la muerte para sentirte más cerca de mí. Aunque
como bien sabes, la cruzo diariamente, cada año por hoy se me hace duro, muy
duro. Pero igual que el río que nace en la montaña busca entregar sus aguas al
mar, yo te busco hijo, para darte por siempre mi cariño. Siento
decirte que aunque van pasando los años, no logro acostumbrarme a tu ausencia.El tiempo como muchos dicen, no ayuda a olvidar. Te enseña a vivir con
esa ausencia, pero el vacío sigue ahí, y yo diría que cada vez ese vacío va
creciendo. Sé que hoy será un día de añoranza,
de tristeza, de preguntas que se han quedado sin respuestas… y miro tus fotos,
miro tus recuerdos y se me empaña el alma llevándose todas mis ilusiones. Nada volverá a
ser lo mismo. Hoy sé que todo acabó, que esta vida que es tan injusta, en su
vuelo te llevó, te arrebató de mi lado sin siquiera pedirme permiso, dejando mi
alma destrozada, con la certeza de que nada es nuestro, ni siquiera el destino,
ni los sueños que algún día compartimos.Te he perdido hijo mío, y me siento
derrotado, y aunque los años pasen, y aunque el tiempo siga su curso, yo no te
olvido, sigues vivo en mi, sigues vivo en mis entrañas, sigues vivo en mi
corazón, en silencio y en secreto, a ratos llorando por dentro, a ratos hundido
en los recuerdos, a ratos con todos esos años que se me vinieron encima con tu
partida. Y hoy se me vino el momento a la mente y al corazón, hoy se me vino la
nostalgia, y vuelvo a sentir cómo pasa otro año más en el que siento el pecho
apesadumbrado, y es que es muy duro sentir como corres por mis venas y no poder
abrazarte. Ya no estás, pero ¿sabes?, aquí en mi corazón sigues vivo, cierro
los ojos y presiento tu bonita sonrisa, cierro los ojos y siento tu cercanía,
cierro los ojos y noto tu olor. Hoy ya no estás hijo, pero en mi corazón de
padre sigue vivo tu recuerdo, y así será por siempre. Disfruté profundamente de ti en los 18 años que pude compartir
contigo. Ha sido un lujo verte crecer y disfrutar tanto, es un regalo que
saboreo aún con frecuencia repasando tus fotos y recordando tantos momentos.Sé que me estarás
esperando, que desde algún lugar tus manos son mi abrigo, que estás conmigo
cada noche cuando tus recuerdos me acompañan, que das consuelo a mi corazón
cuando ya sin fuerzas te llama, hoy sólo te pido hijo que no dejes de
acompañarme, aunque a veces no lo sienta, sé que ahí estás marcando mi camino,
en cada paso que da mi vida. Aprendí mucho de
ti. Y ahora, me sigues enseñando cada día otras lecciones muy diferentes.
A veces con mucho dolor pero siempre con mucha certeza. Me
enseñas que esta vida tiene fin. Me enseñas que el sentido de nuestra
existencia solo se entiende mirando al cielo. Me enseñas que lo esencial, que
lo importante, no se puede ver pero existe. Me enseñas a tener una mirada sabía
que me permite distinguir lo importante de lo banal. ¡¡Me enseñas tanto,
querido hijo!!. Y no dejes nunca de hacerlo porque no quiero olvidarme ni
un minuto de todo lo que he descubierto al separarme físicamente de ti.
Cada día me levanto mirando al cielo porque sé que tú, desde
allí me miras, me cuidas y me esperas. Te digo lo mismo que escribió un buen amigo “Si
en algún momento te aburres y quieres hablar conmigo, entra en mis sueños”. Con todo mi cariño. Besos infinitos para ti, hijo.
2 comentarios:
Hola Fernando que carta más bonita le escribes a tu hijo, imposible no emocionarse al leer tu carta con destino al cielo , sigue pensando asi y viviras feliz siempre junto a tu hijo . Esas cartas que le escribes cada año con el corazón te mantienen cada día con vida , el te dá fuerzas . Un saludo Fernando.
Un fuerte abrazo Fernando, muy bonita la carta a tu hijo,
Publicar un comentario